Conoce el origen de la palabra Chingar

Chingar es una palabra con una gran cantidad de significados, puedes hacer referencia al acto de hurtar, ganar, molestar, terminar con algo, entre otras cosas más, pero ¿Cuál es el origen de esta palabra tan usada en el lenguaje mexicano? ¿Sí, su origen es náhuatl, como afirmó Octavio Paz?,
pues la linguistica lo explica.
El escritor David Bowles quien se ha dedicado a rastrear el origen de las palabras más utilizadas en el lenguaje mexicano nos lo explica. 


El escritor Octavio Paz en su libro El laberinto de la soledad, afirmó que "chingar" tiene su origen en el náhuatl "Xinachtli", y dicha palabra significa semilla o semen, pero David Bowles explica que es algo imposible que la palabra provenga de ahí ya que ninguna de sus derivaciones connotan la violencia y la violación de chingar. 

Otros escritores han mencionado que la palabra proviene del náhuatl "tzinco", el lingüista hace mención que tampoco hay evidencia para sostener dicha afirmación ya que es inusual que un modificador del verbo evolucione a verbo.
Ademas, la palabras que tienen su terminación "tzingo" se han traducido al sufijo "cingo" y no en "chingo", como es el caso "Chilpancingo".

Y por si no quedara alguna duda, David Bowles dio cuenta de la palabra "chingar" ya existía en el español en la Península Ibérica incluso antes de la conquista, por lo que se descarta el origen indígena. 

 Para descubrir el verdadero origen de la palabra, tenemos que remontarnos 3500 años atrás. En la India existía el indoaruo antiguo, que tenía un dialecto llamado védico que a su vez evolucionó en el sánscrito, una antigua lengua religiosa. 

Entre su vocabulario existía la palabra“cinghāta” y la variante “cinghāra”, que significa "ruido" o "grito". Ésta fue evolucionando de manera distinta en las lenguas originarias del sánscrito. En panyabí, por ejemplo, se transformó en el sustantivo “ciṅghār” y el verbo “ciṅghārnā” ("chillido" y "chillar", respectivamente). 


En romaní se convirtió en el sustantivo "chingar" ("pelear"). El pueblo que hablaba esta lengua se esparció por toda Europa y Asia Occidental durante el siglo XI y, conforme se fueron dividiendo en pueblos más pequeños, la palabra tuvo distintas versiones: 


Romaní galés: “chiṅār” ("pelea") 

Romaní macedónico: “chingar” ("hacer ruido", "pelear", "guerra"). 
Romaní eslocavo del este: čhingar ("llorar", "discutir", "pelear"). 
Romaní bugurdži: “chingar” ("choque", "conflicto"), “chingadla” ("llamar", "gritar") y “chingerla” ("apuñalar"). 
Romaní de Gurbet: “chingar” ("pelea", "mucho ruido", "tumulto"). 

Sin embargo, en Europa dejaron de ser llamados romanís, pues creían que venían de Egipto. En el francés antiguo, el gentilicio para llamar a los egipcios era "gyptien", que después evolucionó a "gyptian" para los ingleses. 


En los años de 1400, un pequeño grupo de ellos llegó a España. Se hacían llamar "Calé", por lo que los conocieron como "gitanos" que hablaban la lengua "caló". 


El caló tenía los sustantivos "chinga" y "chingari" que significaban "disputar" y "pelea". Además, estaba el verbo "chingarar", que era "disputar", "reñir" o "guerrear", como lo registra el Diccionario gitano de 1867.


No son pocas las groserías del español que tienen un origen patriarcal y de dominación. Por ejemplo, "joder" viene del latín "futuere" ("penetrar violentamente), que a su vez deriva de la raíz del protoinduoeuropeo *bʰew- ("golpear"). 


Durante la época de la Conquista, era común que los españoles violaran a las mujeres indígenas. De ahí viene el origen "hijos de la chingada", para referirse a los hijos mestizos producto de abuso sexual. Tal es el caso de Malinalli, conocida después como La Malinche. 


Actualmente todavía algunos usos de la palabra "chingar" conservan ese origen de violación, como es el caso de la frase "chinga tu madre". Y aunque sus connotaciones han cambiado, el vocablo aún se mantiene un uso de dominación patriarcal y de violencia. 



"Me lo chingué" 
"Cómo chingas" 
"Dame esa chingadera" 
"Se cree chingón" 

Éste último uso sale un tanto del origen de la palabra y su relación con "molesto" o "ruidoso". Se refiere más a aquel que "domina" a otros. Así se crea la oposición entre el "chingón" y los "chingados". 

De esta maneras, por más paradójico que suene, también empezaron a haber mujeres "chingonas". Así se le nombraba, por ejemplo, a María Félix por su personalidad fuerte y dominante.

En Estados Unidos, las mujeres de origen mexicano (conocidas como  también se han apropiado de la palabra para resignificarla. Buscan distanciarla de su origen histórico de violación. Con el uso de "xingona", las chicanas quieren pasar de ser vistas como "hijas de la chingada" a las "mujeres chingonas". 

Fuente: Milenio 

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